miércoles, 30 de noviembre de 2016

Clasificación de materiales según sus propiedades magnéticas



En la naturaleza existen gran cantidad de elementos que, a lo largo de la historia y en función del sustrato científico y tecnológico, se han ido clasificando según convenga.
Tal es el caso de la clasificación de los materiales en función sus propiedades magnéticas.
Si se hace el experimento de acercar un trozo de hierro y una lata de aluminio a un imán, notaremos que la lata no es atraída por el imán, mientras que el trozo de hierro es fuertemente atraído a él. Entonces, al igual que existen materiales conductores y aislantes, también existen sus análogos en el contexto del magnetismo, a saber,  materiales ferromagnéticos, paramagnéticos y diamagnéticos.
En términos generales  los materiales ferromagnéticos y paramagnéticos son aquellos que son atraídos por un imán, mientras que los diamagnéticos no experimentan atracción alguna, más bien son repelidos levemente.
Sin embargo cabe mencionar que los materiales paramagnéticos pueden tener una interacción magnética tan baja que en ocasiones es prácticamente imposible diferenciarlos de los diamagnéticos.
Históricamente, fue el físico y químico británico Michael Faraday (1791-1867) quien descubrió el diamagnetismo al observar que un trozo de bismuto era repelido levemente por un imán, independientemente del polo que se le acercara.
A éste fenómeno se le puede explicar en términos de corrientes magnéticas teniendo en mente la Ley de Lenz, que parafraseando dice: “El sentido de la corriente inducida es tal que se opone siempre a la causa que la ha producido”.
Recordemos que todos los átomos contienen electrones que se mueven libremente y que, en su movimiento, generan campos magnéticos inherentes al material en cuestión. Cuando se aplica un campo magnético exterior, una nueva corriente es inducida y ésta corriente inducida es opuesta al campo magnético exterior.
Dicho lo anterior, lo que sucede en un material diamagnético se puede visualizar del siguiente modo:



 






Otra característica de los materiales diamagnéticos es que todos los polos magnéticos se repelen, de modo que si se modifica la orientación del campo Bo, el campo inducido en el material (Bm) también cambiará a una nueva orientación de forma que se oponga al campo Bo.
Por otra parte, al grado de magnetización de un material en respuesta a un campo magnético externo, se le conoce como susceptibilidad. En el caso de los materiales diamagnéticos la susceptibilidad es pequeña y negativa;  a excepción de los superconductores, cuya susceptibilidad es muy grande en módulo, lo cual significa que son capaces de producir un campo nulo en su interior y de crear corrientes magnéticas superficiales que originan el campo que se opone al exterior y que tiene como una consecuencia la levitación del material en esas condiciones.
Ejemplos de materiales diamagnéticos:
Grafito

Cobre (Cu)


Plata (Ag)


Oro (Au)

Plomo (Pb)

Bismuto (Bi)



Ahora bien, los materiales ferromagnéticos sí son atraídos por un imán y además son susceptibles a ser magnetizados.
Para poder explicar cómo es que ocurre dicho fenómeno, debemos considerar que la configuración en sus átomos favorece la interacción entre los dipolos magnéticos, los cuales se alinean paralelamente dentro de zonas llamadas dominios. Como estos dominios se orientan aleatoriamente, no se genera imanación neta en el material, pero sí queda un campo magnético remanente (a excepción de los materiales ferromagnéticos duros o imanes permanentes que son imanados de forma perdurable).


 Ejemplos de materiales ferromagnéticos:
Hierro (Fe)

Cobalto (Co)

 Níquel (Ni)

Por último, los materiales paramagnéticos los materiales paramagnéticos son aquellos cuya suma neta de los momentos magnéticos permanentes de sus átomos es nula. Como se mencionó al inicio, estos materiales tienen un comportamiento magnético muy débil.
Si se aplica un campo magnético exterior lo suficientemente grande, los momentos magnéticos de los materiales paramagnéticos se tienden a ordenar de forma paralela al mismo. Por lo tanto, los dipolos se orientan en la misma dirección y sentido que el campo aplicado, por lo que la susceptibilidad magnética, aunque débil, es positiva. Otra característica que los diferencia de los materiales ferromagnéticos es el hecho de que cuando se elimina el campo externo aplicado el efecto del paramagnetismo desaparece.

Algunos ejemplos de materiales paramagnéticos son:
Litio (Li)

Aluminio (Al)

Magnesio (Mg)

Cromo (Cr)


En conclusión, los materiales que se conocen en la actualidad cuentan con un amplio estudio de sus propiedades, lo cual otorga a los ingenieros las herramientas necesarias para diseñar máquinas eléctricas que cumplan, de manera cabal, con todos los requerimientos que cada aplicación en su ámbito particular demande.
Referencias bibliográficas
Enciclopedia de conocimientos fundamentales, Vol. 5, UNAM-Siglo XXI, México 2010.


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